Por Gabriel Mercado
Ciudad de México, 7 de mayo (SinEmbargo/Noroeste).– Rubén Ruiz Vega es un sinaloense, ex Marino de los Estados Unidos, que ha visto de cerca el terror de la guerra en Irak y Afganistán, pero al volver a su tierra natal, México, se dio cuenta que la violencia aquí no era tan diferente a la del Medio Oriente.
Pero además de eso, le tocó vivir y conocer los abusos de las autoridades policiacas, cuando cruzaba la frontera. Casi siempre era molestado, arrestado y hasta abofeteado, el mismo calvario que vivían sus amigos y conocidos.
Originario del ejido El Aliso, poblado del municipio de El Fuerte, emigró ilegalmente pero consiguió la ciudadanía en EU a través de su servicio, pero al volver y conocer cómo está la patria que dejó atrás, se sintió indignado y su mentalidad se transformó, por lo que ahora busca transformar así a los demás.
“Ver el trato de la policía contra la gente, contra el pueblo, en especial la gente humilde, a mí me ha tocado vivir que me suban a bofetadas, me acusen, me roben, y tenga yo que pagar las multas cuando me han subido, en la calle veo el trato que se le da a otros ciudadanos, y ya es algo como que nos impusimos a que así son las cosas y nunca van a cambiar y estamos bien equivocados”, señaló Ruiz Vega.
Como su propio movimiento para pedir la solidaridad de los mexicanos, la paz y la defensa de los derechos humanos, inició una caminata desde las playas de Tijuana y con destino al Zócalo de la Ciudad de México, llevando consigo solamente sus papeles, ropa, algo de dinero, una carreta y su burrito “El Tocayo”.
Entrevistado por Noroeste en su camino por Culiacán, donde le robaron la carreta y las autoridades casi le quitan al animal, explica que su única petición a la ciudadanía, en señal de unidad, para que demuestren su deseo de salir adelante y su repudio en contra de los abusos hacia el pueblo, es salir a la calle al mediodía de cada día primero del mes portando una playera blanca durante cinco minutos, sólo eso, nada más.
“Tenemos que irnos a buscar oportunidades a otros países cuando estamos en un país rico de recursos, podríamos estar mejor organizados, el problema somos nosotros mismos, así que el cambio es personal el que ando pidiendo, tenemos que personalmente tomar México en nuestras manos”, destacó Rubén, quien pese a las dificultades, sigue su camino, hacia donde su corazón apunta.
“El problema somos nosotros mismos, así que el cambio es personal el que ando pidiendo, tenemos que personalmente tomar México en nuestras manos”.
